Supe que a veces también hay que dejarse la piel...

lunes, 12 de octubre de 2015

El misterioso paraíso.

A quién no le gustaría estar tumbado en una playa de ensueño tomándose tranquilamente un cóctel mientras oye el suave ruido de las olas, o en medio de la naturaleza disfrutando del aire fresco y notando la calma del ambiente. Cualquiera podría llamar a esto paraíso
Pero por qué no vamos un poco más allá de los típicos paraísos estandarizados y pensamos otros paraísos que hay a nuestro alcance, en nuestro día a día, y apenas nos damos cuenta de ellos y de que lo son. LA SANIDAD. Por ejemplo. Qué gran recurso -y paraíso-. Y todo lo que es necesario para mantenerlo: mucho, muchísimo, capital, material, centros equipados correctamente, personal... pero especialmente, esto último, el personal; esencial para tener una sanidad de gran calidad y se pueda decir que la sanidad es un paraíso.

Pero volvemos a objetar de nuevo, dentro de este personal, hay que hacer especial mención a un sector: el de Enfermería. Muy infravalorado, y realmente, es el que completa, en todos los aspectos, el significado de paraíso referido a la sanidad. 

Enfermería hace miles de funciones imprescindibles para mantener la sanidad a flote; por ejemplo, unas de tantas: cuidar (24 horas), diagnosticar, gestionar, docencia, investigación, etc. 
Injustamente, todas ellas/os son menospreciadas/os por la sociedad, que apenas valora el trabajo de Enfermería.

Luego, debemos luchar porque esto cambie y no sea así. Conseguir que se valore, y mucho, la acción de la Enfermería y la sociedad empiece a cambiar la visión que tiene sobre ella, así como todos los mitos y pensamientos erróneos, que hace que se mantenga mucho al margen en, todavía, demasiados aspectos.

Porque amigos, una vez más, sin enfermeras -y por supuesto, sin enfermeros- no hay paraíso.

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